Arzobispado de Burgos: “El diablo nunca posee a quien no cree en él”
- Sandra Viñas
- 18 abr 2015
- 2 Min. de lectura
Una menor fue sometida a más de trece exorcismos entre abril y junio del 2013 en Valladolid, por deseo de sus padres. Fueron los familiares de la niña los que denunciaron lo que estaba sucediendo.
Según cuentan los familiares, la niña que acaba de cumplir 18 años, fue sometida hasta a 13 exorcismos. En mayo del 2012 la pequeña comenzó a tener problemas de anorexia y ansiedad, que los padres relacionaron con una posesión demoniaca. Fue en noviembre de ese mismo año, cuando la niña ingresó en el servicio clínico psiquiátrico-infantil del hospital Clínico de Valladolid, asegurando que “tenía un demonio dentro”.
No fue hasta abril del 2013 cuando sus padres decidieron llevarla a un convento de Guadalix donde –según la denuncia realizada por los familiares –le sometieron a un exorcismo.
Dato que desmiente el Arzobispado, ya que mantiene que “aunque los padres lo pidieron, en aquella ocasión no se realizó ningún exorcismo”.
R., ha cumplido los 18 años en un centro de menores | FUENTE: El Mundo
Según señalan los hechos que aparecen en el atestado, el caso presenta características que hacen presumir “la posible existencia de delito de violencia de género, lesiones y maltrato familiar”, según cuenta el periódico local Diario de Burgos.
Pero hasta este dictámen hubo un largo camino que la pequeña tuvo que recorrer. En septiembre y tras muchos ingresos hospitalarios, la niña intenta suicidarse y tras tirarse de un tercer piso, queda en silla de ruedas. Los padres, influenciados por un seminarista, una profesora de religión y un párroco de Burgos, concluyen que su hija es víctima de una posesión. Decidieron llevarla a Valladolid donde se encontraba el único exorcista de toda Castilla y León.
Tumbada en el altar con los brazos atados y una persona sentada en sus piernas sujetando su cabeza mientras una mujer colocaba con fuerza un crucifijo en su frente llenando todo su cuerpo de imágenes de santos. Así es como tuvo que estar la niña durante casi dos horas que duró el exorcismo.
Le hicieron beber agua con sal exorcizada a la vez que se dirigían a ellas con expresiones como: “¿Quién eres Satán, Belcebú, el diablo en persona? “
Al no contestar, pensaron que la posesión había concluido y le recomendaron que dejara de tomar la medicación prescrita por su psiquiatra.
Trece veces se repitió este ritual pero “como el demonio no abandonaba a la chica” le obligaron a rezar cada día, golpeándola y maltratándola cuando no lo hacía. Fue la familia de la víctima, el 13 de agosto, la que denunció el caso. Según la magistrada María Dolores Fresco, “presentan características de un posible caso de violencia de género, lesiones y maltrato familiar”.
Según el Arzobispado de Burgos, “los exorcismos son una práctica que se ha mantenido en la tradición de la iglesia como un derecho a todos los fieles. El diablo nunca posee a quien no cree en él”.
